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domingo, 3 de abril de 2011

Tercer día – ¿Qué guía tu vida?

El hombre sin propósito es como un barco sin timón, un soplo, nada, nadie.
                                                                                                              Thomas Carlyle.


 Hoy me toca comentar el tercer capítulo correspondiente al tercer día del libro, y debo confesar que por un momento me sentí bastante confundido, pues Rick al comenzar nos advirtió que esto no se trataba de un libro de autoayuda, sin embargo el capitulo está lleno de consejos de cómo “simplificar tu vida” de cómo “dirigir todo mi esfuerzo y energía a lo que es importante” y a no “confundir actividad con productividad”. Debo admitir que las palabras del autor son bastantes estimulantes, reconfortantes y emotivas,  después de todo Rick es un excelente motivador, pero lamentablemente no es un predicador. De hecho comete errores teológicos, como por ejemplo cuando habla acerca de cómo el tener propósito nos prepara para la eternidad, menciona el pasaje de Romanos 14:10 cuando el apóstol Pablo escribe que no tenemos autoridad para juzgar pues todos compareceremos ante el tribunal de Cristo para luego aplicar el texto de manera general. ¿No es una de las normas básicas de interpretación bíblica saber identificar a quien va dirigido el versículo que se estudia? El Tribunal de Cristo es solo para creyentes, y sin embargo Rick lo aplica en  este libro para todos en general.

Siguiendo este último punto, el autor escribe:
“Llegará el día que estarás ante Dios; él hará un inventario de tu vida, un examen final antes de que entres en la eternidad, La Biblia declara: <<¡Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios!... Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios>>. Afortunadamente, Dios desea que todos pasemos este examen; por eso nos ha dado las preguntas con anterioridad.”

Me detengo aquí solo para reflexionar lo siguiente: Si esta es la forma en cómo Rick nos presenta la realidad del juicio de Dios – obviando el hecho de que ha aplicado mal el texto bíblico - , ¡Con que razón sus reuniones se llenan domingo tras domingo! … El dice: “…afortunadamente, Dios desea que todos pasemos este examen”, Yo me pregunto ¿De qué examen estamos hablando?... Lo que está en juego es la terrible expectación de juicio y fuego eterno que espera a todos Ser Humano que parte de este mundo sin Cristo, estamos hablando de una condenación eterna, de un tormento terrible del cual podemos ser libres por medio del sacrificio de Cristo hecho una vez y para siempre (Hebreos 10:12). 

Luego Rick sigue diciendo:
“Al leer la Biblia podemos imaginar que Dios nos planteará dos preguntas decisivas: Primero ¿Qué hiciste con mi Hijo Jesucristo? Dios no cuestionará tu trasfondo religioso ni tu inclinación doctrinal. Lo único que tendrá relevancia será si aceptaste lo que Cristo hizo por ti y si aprendiste a amarlo y a confiar en él.”

Y por fin hemos llegado a la tan esperada predicación del evangelio de Rick Warren, donde todo depende de si aceptamos lo que Cristo hizo por nosotros. ¿Es esto así?, Pues es verdad que la eternidad de cada hombre y mujer dependerá de lo que hicieron con Jesucristo durante su vida. Pero estamos predicando el evangelio, estamos hablándoles a personas que van al infierno y que lo primero que necesitan entender es que son pecadores y que están perdidos. El ladrón en la cruz antes de decirle al Señor: “Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino”, entendió y reconoció su culpabilidad frente a la pureza e inocencia de Cristo diciendo: Nosotros a la verdad justamente padecemos. No puede haber salvación sin arrepentimiento, y para que haya arrepentimiento debe haber un reconocimiento de culpabilidad de pecado, pero a Rick definitivamente no le gusta mencionar esta palabra, porque puede…digamos ¿Ahuyentar a su auditorio?

Lo que Rick está haciendo – al igual que muchos otros predicadores famosos como Joel Osteen entre otros– es predicar un evangelio fácil de creer, amparándose bajo una excusa de estar entregando esperanza a las personas. Es el famoso evangelio social del cual Vance Havner escribió que: “Si hubiera existido el evangelio social en los días del hijo prodigo, alguien le hubiera dado un sándwich y una cama, pero nunca hubiera realmente vuelto a casa.” Es como la multitud que buscaba al Señor Jesús solo por los panes y  por los peces y no realmente para buscarlo a él (Juan 6:25). Lo siento realmente por las personas que han estado escuchando este tipo de mensajes, pero el evangelio presentado en este capítulo no es el verdadero evangelio de las escrituras, y se puede convertir en un peligro real para aquellos que necesitan salvación, pues están alimentándose de los panes y de los peces, trabajando así por una comida que perece, y no por una que a “vida eterna permanece”.

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